Ancelotti se ha equivocado en esa predicción de que el juego del equipo estaba mejorando, aunque se puso la venda antes de la herida anunciando que llegaría alguna derrota que les vendría bien. Se agarra a lo ocurrido el año pasado tras perder 3-1 en el Metropolitano, momento de inflexión para completar una gran temporada. Sin embargo, las sensaciones por entonces son bien diferentes a las de ahora, con un equipo sin un plan de juego definido pese a sus “diferentes estilos” y que saca los partidos por el nivel individual de sus futbolistas.

El duro calendario aumenta las alarmas en el Real Madrid (leer noticia)