Siempre en cuartos

Jasmine Paolini es la segunda jugadora capaz de alcanzar múltiples cuartos de final en cada superficie en 2024 (Stuttgart y Roland Garros en arcilla, Eastbourne y Wimbledon en hierba, Dubai y Wuhan y dura), junto con Elena Rybakina. Nació hace 29 años en Castelnuovo di Garfagnana, un pequeño pueblo en medio de la Toscana. Su padre es italiano, pero el árbol genealógico por el lado de su madre es más variado. Su abuela materna es polaca, su abuelo paterno, de Ghana.

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Sus 163 centímetros (uno menos que Billie Jean King) no la acomplejan. “No tengo ninguna arma secreta, ojalá fuera más alta, porque podría sacar mejor, pero creo que acepto muy bien todo lo que tiene que ver con mi cuerpo. Soy bajita, lo sé, pero intentamos que esto no sea un problema, así que buscamos hacer algo diferente para mejorar otros aspectos, como el servicio. Claro que desearía ser más alta, pero estoy bien, acepto lo que soy”, explicó en conferencia de prensa.

Arrancó el curso sin ningún tipo de experiencia en Grand Slam y que ahora presume de haber pisado los octavos de final en cada uno de ellos. Un salto de calidad tan inesperado como brillante, pero totalmente merecido por parte de la italiana. Esta tarde, tras superar la tercera ronda en el US Open, estas fueron sus palabras.