Derrick Rose anuncia su 'adiós' del baloncesto

Se nos va uno de los jugadores más divertidos que haya pisado nunca una cancha de baloncesto. Derrick Rose, a sus 35 años, anunció este jueves su retirada profesional tras 16 años en la NBA, tal y como informó Shams Charania en 'The Athletic'.

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"Mi siguiente capítulo será perseguir mis sueños y compartir mi crecimiento" dijo el ya exjugador en un comunicado en redes sociales. Este 'adiós' definitivo se produce días después de que Memphis Grizzlies finalizara su contrato, franquicia en la que había militado este último curso junto al español Santi Aldama.

Un 'MVP' precoz

'D Rose', seleccionado en el primer pick del Draft de 2008 por los Chicago Bulls, se convirtió en una de las estrellas más fugaces de la NBA. De hecho, en 2011 se proclamó como el MVP más joven de la historia de la liga a sus 22 años, un récord que todavía sigue vigente a día de hoy. En el cuadro de Illinois brilló con luz propia con un juego explosivo, divertido y capaz de dominar (promedió 25 puntos, 7,7 asistencias y 4,1 rebotes en su curso de 'MVP').

Pero el talentoso base, que en su día llegó a firmar un contrato con Adidas de 10 temporadas y un montante total de 250 millones de dólares, sufrió la cara más amarga del deporte, como son las lesiones. En los playoffs de 2012, Rose sufrió una rotura de ligamento cruzado de su rodilla izquierda, que le hizo estar inactivo durante la siguiente temporada.

Y en noviembre de 2013, de nuevo otra desgracia con su rodilla, esta vez la derecha, de la que se rompió el menisco. El resto de temporada 13/14 se fue al traste, si bien es cierto que Rose formó parte del equipo que ganó el Mundial de España de 2014. Ya el siguiente curso, de nuevo tuvo que volver a pasar por quirófano, por la misma lesión de menisco vivida meses antes.

Una trayectoria marcada por las lesiones

Aquello marcó y afectó a una trayectoria que le haría salir de Chicago en 2016, rumbo a Nueva York. Y desde la 17/18, Cleveland Cavaliers, Minnesota Timberwolves, Detroit Pistons, una segunda etapa en los Knicks, y la pasada campaña, que acabaría siendo la última, en los Memphis Grizzlies, misma ciudad que su etapa universitaria.

Rose dice adiós y se despide del baloncesto con 775 partidos de NBA a sus espaldas sumando temporada regular y el playoff por el título. En Chicago, Michael Jordan siempre será Dios, pero la camiseta roja de Rose con el '1' seguirá en el olimpo de los Bulls.