Opinión

La excelencia en el Barça

Pere Romeu en el banquillo del Barça

Pere Romeu en el banquillo del Barça / Dani Barbeito - SPORT

Esta semana hablábamos en SPORT con Ewa Pajor, fichaje estrella del Barça este verano, y decía que lo que más le había sorprendido desde su llegada al club -aunque realmente no era una sorpresa para ella- era la calidad. Así, con todas sus letras. Yo le preguntaba eso porque todas las nuevas incorporaciones destacaban la intensidad en los entrenamientos y, ya lo saben, se juega como se entrena. “Sí, la intensidad es muy, muy alta. Pero, para mí, la gran diferencia está en la calidad”, manifestó la delantera polaca. 

Cuando hablamos de calidad, nos referimos normalmente a algo que se tiene o no se tiene. Pero realmente es algo que sí se puede y se debe trabajar. La mayoría de las jugadoras que ganaron la primera Champions, en Gotemburgo, estuvieron en la derrota de Budapest, donde se vio una distancia abismal respecto al Lyon. Varias de ellas repitieron en Eindhoven o incluso en Bilbao. Y demostraron que eran el mejor equipo del mundo.

Pajor nos contaba que desde fuera se veía al Barça muy lejos en cuanto a juego. Luego el balón podía entrar o podía no entrar, pero que el juego del equipo era de otro nivel. 

Durante sus primeros meses en Barcelona, Rolfö tuvo la misma impresión que Pajor. Ella, por eso, iba “muy perdida”. Llegaba con una sólida experiencia en la élite, tanto del Bayern como del Wolfsburgo cuando era el segundo mejor equipo de Europa, por detrás del Lyon. Pero no se sentía capaz de seguir el ritmo en muchos de los ejercicios. Hablamos de Rolfö y de Pajor, que cuando ficharon por el Barça ya estaban entre las mejores jugadoras de Europa. Y alucinaron.

La clave de todo esto está en los detalles. Porque la apuesta viene de hace tiempo y se ha ido masticando, porque el proyecto es continuista y se está trabajando en una misma dirección desde hace años, buscando la evolución y la mejora cada temporada. Algunas jugadoras se van, otras llegan nuevas y tienen que adaptarse. Pero la esencia del equipo es la misma. Porque se trabaja en conjunto y sobre todo se va al detalle con cada una de las futbolistas.

Ayer, Pere Romeu hablaba en una entrevista en El País con la compañera y amiga Irene Guevara y decía que “trabajamos las necesidades específicas por posición y otras que son específicas de cada jugadora a través del entrenamiento y del vídeo. No es lo mismo Keira Walsh que Patri Guijarro, aunque sean mediocentros, son dos jugadoras distintas. Me gusta llegar al detalle porque soy bastante reflexivo, intento ir con el bisturí hasta el fondo para entender el por qué. 

Los detalles para llegar a la excelencia que va indiscutiblemente con el ADN del Barça del que tanto hablamos. Y esto solo es posible cuando las jugadoras tienen tanto calidad, la calidad trabajada de la que hablaba Pajor, como voluntad de querer ser mejores.

Hay días en los que las cosas no salen, como contra el City, y los proyectos requieren tiempo. Ya en caliente, tanto las futbolistas como el técnico hicieron autocrítica. Y, tan exigentes como pide el escudo que llevan en el pecho, ya están trabajando para corregir y mejorar. Cada partido de Champions es una final