Merab: de obrero a derrotar al 'nuevo' McGregor para ser campeón de la UFC

El UFC 306 celebrado en Las Vegas nos dejó con uno de los eventos más espectaculares de la historia. Primero por el lugar, una 'Esfera' que se estrenaba como recinto deportivo y que fue un éxito total por parte de Dana White, que ya había prometido una velada histórica para celebrar el 'Noche UFC', en conmemoración a la independencia de México.

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Fueron más de seis horas del más alto nivel de artes marciales mixtas. Desde la cartelera preliminar hasta la estelar fuimos testigos de una noche épica y repleta de momentos para la posteridad. Las victorias de Ignacio Bahamonde, Ronaldo 'Lazy Boy' Rodríguez o el pleito entre Ribovics y Zellhuber, candidata a pelea del año, encendieron a un público que esperaba ansioso a los dos combates de la noche, con dos títulos en juego.

El Sean O'Malley (18-2-0) - Merab Dvalishvili (18-4-0) era el choque de trenes del evento. 'Suga', destinado a ser el próximo Conor McGregor de la UFC, defendía su cinturón del peso gallo por segunda vez, ahora ante un georgiano que, por su estilo de lucha, se presumía como una quimera para el estadounidense. Así fue, ya que 'The Machine' dio el campanazo en la Esfera para convertirse en el nuevo rey de las 135 libras.

'SUGA', DESTRONADO

Merab se llevó la victoria por decisión unánime y dominó por completo a su rival, un O'Malley que nada pudo hacer ante los derribos de su rival. Cualquier defensa era inútil. O'Malley, uno de los mejores strikers de la promotora, fue incapaz de conectar ninguno de sus derechazos sobre el retador, que disfrutaba sobre la lona y se veía muy superior. El 'Game Plan' de Dvashvili funcionó a las mil maravillas y tras los 25 minutos de pleito se llevó el gran premio, el cinturón del peso gallo que lo acredita campeón mundial.

La victoria del púgil de 33 años dejó sin palabras a todos. No es el más alto, no tiene una fuerza de puños descomunal ni tampoco es el más fuerte, aunque eso a Merab nunca le ha importado. A base de trabajo, garra y corazón ha ido haciéndose un hueco en la UFC hasta convertirse en monarca de una de las divisiones más difíciles del planeta.

TRABAJÓ EN LA OBRA

Su camino hasta el éxito no ha sido un paseo de flores rosas, y es que el georgiano tuvo que dedicarse a la construcción en sus inicios, compaginando el trabajo con su gran pasión por la lucha y los deportes de combate. Fue ahí donde 'The Machine' forjó su ética de trabajo y determinación que, unos años más tarde, lo han llevado a la cima. El nacido en Tiflisi llegó a Estados Unidos con 21 años, en 2013, y pese a lidiar con graves problemas legales, no perdió el rumbo hasta que la UFC lo llamó para debutar en 2017.

Tras perder sus dos primeros pleitos, Merab aprendió de sus errores y empezó a limpiar a todos sus oponentes. Leyendas como José Aldo, Petr Yan o el campeón olímpico Henry Cejudo pasaron por sus garras, siendo O'Malley la última de sus víctimas. Ya son 11 victorias consecutivas para Merab, que no pierde desde 2018.

NURMAGOMEDOV, EL SIGUIENTE

Con la llegada de Dvashvili al trono, ya son dos los georgianos campeones del mundo de la UFC. El otro es su compatriota y gran amigo Ilia Topuria, que este 26 de octubre defiende el cinturón del peso pluma ante Max Holloway en Abu Dhabi.

Por lo que al futuro de Merab se refiere, todas las quinielas apuntan a un nombre, el de Umar Nurmagomedov (18-0-0) , primo de Khabib y el siguiente en la cola para optar al título. El daguestaní, que posee ese estilo de lucha tan dominante de la región rusa, venció a Cory Sandhagen (17-5-0) en su última aparición y ya espera una fecha para batirse en duelo con el georgiano. No será el combate más entretenido del mundo y ambos se buscarán a ras de lona, aunque seguro será un show técnico para los amantes de las MMA.