La primera gran noche en Europa del Girona deberá esperar

El Girona jugó a la ruleta rusa y le salió cruz; dos tantos en propia puerta 'mataron' a un equipo que fue peor en las áreas que el Feyenoord

Resumen, goles y highlights del Girona FC 2 - 3 Feyenoord de la jornada 2 de la Champions League

Decepción en el debut europeo del Girona en casa / TELEFÓNICA

Albert Gracia

Albert Gracia

La Champions se ceba con el Girona. El cuadro de Míchel quería convertir el primer partido europeo de su historia en Montilivi en una fiesta... pero acabó pasada por agua. De nada sirvieron los tantos de David López y Van de Beek. Dos goles en propia y un penalti errado 'mataron' a un equipo que lo intentó hasta el final, sobre todo con la entrada de Asprilla en el tramo final. El Feyenoord fue mejor en las áreas. Tres de los cuatro tantos que ha recibido el Girona en esta Champions han sido en propia. Mala suerte. Le toca al equipo 'gironí' reflexionar y mejorar, sobre todo en la concesión de ocasiones muy claras y en darle mayor verticalidad a su ataque. Tiene temporada para ello.

En la previa, un aficionado de toda la vida del Girona nos decía que hoy daba igual el resultado. Que él había visto crecer al club desde abajo y que lo que tocaba ante el Feyenoord daba un poco igual. No pensaban lo mismo Míchel y los suyos. Por eso, por mucho que los ultras del club neerlandés calentasen el ambiente lanzando algún que otro objeto en medio de la llovizna de Montilivi, el Girona salió a comerse el césped.

Con Tsygankov a los mandos

Tres minutos de rondo precedieron la primera ocasión clara del partido, con un trallazo de Tysgankov que repelió Wellenreuther con un paradón. Estaba juguetón el ucraniano. Llegaba el cuadro 'gironí', con una doble ocasión de Bryan Gil y Van de Beek mientras el Feyenoord esperaba y se lo miraba. También sus ultras. Y lo que vieron fue a David López anotar el primer gol de la historia del Girona en Montilivi.

El '5' aprovechó un saque de esquina para abrir la lata. Otra vez Tsygankov metido en la jugada. Pero Míchel no le permitió ni celebrar el gol. Cogió a David López y no paró de darle indicaciones hasta que el colegiado volvió a reanudar el juego. A partir de ahí, concatenación de tragedias que acabaron con el Feyenoord dándole la vuelta al partido.

Primero y apenas tres minutos después de adelantarse en el marcador, Yangel Herrera se marcó en propia. Iba a ser el inicio de todo. Después, se rompió Tysgankov, y con él el juego 'gironí'. El equipo se volvió plano mientras Míchel se desesperaba con Krejci y parte de la zaga. No le gustaba lo que estaba viendo. Y como para gustarle. Del 1-1 y la lesión del ucraniano se pasó al 1-2, con un error en salida de balón de David López que Milambo no desaprovechó. Silencio en Montilivi.

Gazzaniga paró el penalti

El drama al descanso pudo ser peor, sobre todo después de que Gazzaniga le diera un balón de pocos amigos a Iván Martín y este prácticamente estuviera forzado a cometer penalti sobre Timber. Por suerte, el meta argentino tiene estas cosas. Puede cantar, pero luego detiene la pena máxima a Ueda. Peor no podía ir la cosa para el Girona. Cada pérdida 'gironina' era medio gol. Las caras de Míchel eran un poema.

En la reanudación, la cosa tenía mejor pinta. El Feyenoord llegó en un par de ocasiones, pero fueron nuevamente por errores del Girona. A la que remitieron, el equipo creció. Se asentó el cuadro 'gironí' en campo rival y Van de Beek pudo empatar el partido, con un centro que, tras tocar en un defensa, se coló para dentro.

Sin embargo, el VAR apareció para negarlo. Creía el equipo de Míchel y, aunque sin demasiadas ocasiones, merodeó el área rival. Hasta que Miovski se inventó un penalti que él mismo se encargó de lanzar. Pero la suerte no le sonríe al macedonio. Erró y al Girona le tocó seguir y seguir. No se puso nervioso y en una de esas Danjuma se quitó a tres rivales de encima para ponerla atrás y que Van de Beek anotara el empate. Empate y entrada de Stuani. Montilivi era una olla a presión.

Pero las ollas a presión, cuando no mantienes el fuego, se vienen abajo. Y el Girona decidió apagar el fuego. Jugada por banda del Feyenoord y Krejci que se metía el 2-3. Drama absoluto. Entre Asprilla y Stuani trataron de llevar al equipo al empate, pero ni por esas. Una fiesta amarga.