GIRONA

El terrible dato que preocupa en Girona

Los de Míchel no tuvieron el día y encajaron tres goles evitables y que vinieron precedidos de errores defensivos que generan cierta inquietud de cara a su futuro en la Champions League

Girona FC - Feyenoord: El autogol de Ladislav Krejci

Ladislav Krejci no acertó en el despeje y marcó gol en propia puerta / TELEFÓNICA

Clàudia Espinosa

Clàudia Espinosa

Caer, para volver a levantarse. Es la filosofía que debe adoptar un Girona que no mereció caer así ante el Feyenoord. Si el desenlace en París fue cruel, en Montilivi fue injusto. Injusto porque el equipo salió bien plantado al partido, concentrado y con las ideas muy claras. Se avanzó meritoriamente en el marcador por medio de David López, pero la lesión de Viktor Tsygankov abrió la veda a todo lo que se vendría después.

Lo vivido (y sufrido) en Montilivi evidenciaba una cosa: en la Champions League no se puede perdonar. Los errores se pagan a un precio altísimo, y los de Míchel lo sufrieron en primera persona ante un Feyenoord que salió muy reforzado. Ese 2 de octubre estaba marcado en rojo en el calendario del club 'gironí', porque eran tres puntos asequibles y vitales para seguir vivos en la competición. Y el plan no salió según lo previsto.

MÍCHEL NO PIENSA EN LOS RESULTADOS

Un varapalo, sumado a la lesión (que no pinta bien) del '8', que no preocupa en exceso a Míchel. "No estoy tocado. Al revés, cuando mi equipo tira hacia delante estoy contento. La segunda parte es espectacular. Tengo la mentalidad y personalidad de saber que se vive de los resultados, pero a mí eso no me influye. Lo tengo todo a favor para no pensar en los resultados", decía tras la derrota.

Así fue el primer tanto de la historia del Girona en la Champions League

Así fue el primer tanto de la historia del Girona en la Champions League / Javi Ferrándiz

Ahora bien, el fútbol vive de los resultados. Se alimenta de ellos. Y está claro que el Girona encadena una dinámica negativa y termina de dar con la tecla: cuatro derrotas y dos empates en los últimos seis compromisos (FC Barcelona 1-4, PSG 1-0, Valencia 2-0, Rayo Vallecano 0-0, Celta 1-1, Feyenoord 2-3). La última victoria, pues, llegó en el Sánchez-Pizjuán aquel 1 de septiembre, justo antes del parón.

¿Qué está fallando en el equipo? Pues la contundencia y resolución en ambas áreas está siendo endeble. Se encaja con facilidad, o mejor dicho, se otorgan demasiadas facilidades al rival. La solidez defensiva sigue más o menos patente, pero se cometen errores de bulto en la salida de balón que acaban en gol en contra, o en ocasión manifiesta del rival.

Iván Martín, cabizbajo en Montilivi

Iván Martín, cabizbajo en Montilivi / Javi Ferrándiz

TRES DE LOS CUATRO GOLES ENCAJADOS SON EN PROPIA

Ante el Feyenoord, el Girona concedió varios 'regalos' atrás. Curiosamente, los neerlandeses consiguieron marcar tres goles en dos disparos a portería. ¿Y cómo se come eso? Pues el empate de Timber rozó en Yangel (a quien se le dio el gol) o el tercer y último tanto lo introdujo Ladislav Krejci. Asimismo, el segundo llegó tras un mal pase de David López, que luego estaba abierto y no pudo rectificar. Los de Míchel dispararon en 14 ocasiones, encontrando portería en siete.

Bojan Miovski falló un penalti que él mismo provocó

Bojan Miovski falló un penalti que él mismo provocó / Javi Ferrándiz

Y así, a bote pronto, se recuerdan varios goles en contra que vinieran precedidos de errores del equipo en zona 1. Lamine Yamal marcó el primero para el FC Barcelona después de robarle la cartera a un despistado David López, ambos tantos del Valencia vinieron tras dos imprecisiones en la salida, la diana de Nuno Mendes se dio gracias a un error de Gazzaniga... Pues tres de los cuatro goles que lleva encajados el equipo en la Champions fueron en propia. Un dato que asusta.

Eso sí, la efectividad de cara a portería mejoró. El central catalán fue inteligente y aprovechó el rechace en el córner o Donny van de Beek llegó en segunda línea para rematar el centro de un irregular Danjuma. Sin embargo, el estilo juego de este Girona difiere en el del curso pasado. Por no olvidar el penalti fallado por Miovski.

SIN JUEGO VERTICAL

Hay un detalle que no pasa desapercibido, y que Míchel lamentó y expuso en rueda de prensa: "El penalti y el otro gol vienen porqué jugamos hacía atrás, en eso nos hemos equivocado. No generamos juego, generamos presión del rival. Tenemos que ser más verticales. Esto no es mala suerte".

Los jugadores del Girona agradecen el apoyo de la afición

Los jugadores del Girona agradecen el apoyo de la afición / Javi Ferrándiz

Así, el equipo está huérfano de juego vertical, de pases que logran romper líneas, para desajustar al rival. Y le cuesta mucho más encontrar una salida más limpia de balón, que sufre más imprecisiones de la cuenta. Y no es casualidad que no cuenten con perfiles de centrocampistas creativos, 'playmakers', que acompañen a Iván Martín.

Solo queda mirar hacia delante y pensar en el Slovan Bratislava. Claro está que primero reciben al Athletic Club y que el duelo ante los eslovacos será el próximo 22 de octubre, pero deben ser conscientes de que sumar esos tres puntos debe ser una necesidad. Luego quedará visitar al PSV, al Sturm Graz, recibir al Liverpool, viajar a Milan y enfrentar al Arsenal...

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