Los Williams bailan, el Athletic sonríe

En Bilbao, cuando los hermanos Williams bailan, el Athletic sonríe. La felicidad y el estado de ánimo del equipo -también de la afición- cambia por completo cuando Iñaki y Nico hacen de las suyas. En la segunda jornada de la Europa League, contra el AZ Alkmaar, el equipo bilbaíno sacó máximo rédito a esta fraternal relación para sumar su primera victoria en la competición que tanto ilusiona a los leones.

La Europa League, ese torneo que tanta ilusión despierta en San Mamés, volvía a escena después del empate en la primera jornada contra la Roma. El AZ Alkmaar visitaba La Catedral a sabiendas de que en el templo rojiblanco se iba a encontrar con un ambiente hostil como pocos en Europa. Y es que cuando la parroquia bilbaína está con su equipo, el conjunto de Ernesto Valverde vuela sobre el campo.

San Mamés, con ambiente de gala

Salieron a toda pastilla los leones a por la victoria; desde el pitido inicial, equipo y afición fueron a una a por una victoria que era capital para la moral del Athletic. Los bilbaínos llevaban seis años sin celebrar un gol europeo en San Mamés, una racha demasiado larga para la entidad que tocó su fin este jueves con una gran actuación coral de los rojiblancos.

A pesar del tremendo empuje del conjunto de Valverde, el tanto parecía resistírsele a los bilbaínos; entre el zapatazo de Yuri directo al larguero y las intentonas de los atacantes bilbaínos, la puntería parecía estar hoy desafinada entre los jugadores rojiblancos. Sin embargo, ante las dudas, quienes siempre aparecen en el Athletic son los Williams.

Cuando más atascado estaba el encuentro en los instantes finales, una arrancada de Nico por banda izquierda terminó en un centro a su hermano Iñaki, que oportunamente apareció para abrir la lata para el Athletic (1-0). Bailaron y celebraron los Williams un tanto que abrió las puertas de la portería rival de par en par.

Apenas unos minutos después, una nueva genialidad del 'Mago Nico' terminó en un disparó que atajó Owusu-Oduro, aunque para fortuna del Athletic, Sancet estaba preparado con la caña para cazar el segundo tanto y la victoria para los bilbaínos (2-0). Una victoria moral para un equipo claramente al alza.